GOYA
Basado en un hecho real por Joaquin Verdeguer
Que hace un policía cuando al
inspeccionar un barco se encuentra con una foto del Rey Juan Carlos I con el
armador del barco ?. Pues se da la vuelta y sale del barco,
cruzando la pasarela con cuidado. No sea
que se caiga al agua y se lo coman los tiburones.
Una buena cena, buena compañía al
frescor en la bañera y el alcohol, son
ingredientes peligrosos que pueden detonar en lo más insospechado. El plan era
robar un Goya. ( Del pintor Aragonés ) Era un dibujo a mano alzada, un boceto
de la obra La aguadora de 1808. Ni me puedo imaginar su valor.
1808-1812 La aguadora. Szépmüvészeti Múzeum
(Budapest).
La tripulación del velero clásico
de 60 metros de eslora con bandera italiana llevaba seis meses sin cobrar y en
el fulgor de la noche con unas copas de más, nos proponían que robásemos el
famoso Goya ( En el enorme salón/biblioteca también había un Picasso, un Miro y
dos retratos de Rubens. Y una no insignificante foto del armador con el rey
Juan Carlos I.) Entre risas propusimos diferentes planes, algunos bastante
exóticos, a lo “misión imposible”. Cuando estás en el extranjero los italianos
por su idioma y por su forma de vivir son como hermanos. Claro que todo aquello no era más
que pura especulación y diversión que duro un par de semanas. Unas risas cuando
salíamos a cenar con la tripulación de varios veleros. Hasta que la realidad
supera a la ficción. Una tarde se lleno la marina de policía, sobrevolaba un
helicóptero y varias lanchas rodearon el magnífico velero. Menudo follón
!! Todos preguntaban qué estaba pasando.
Hasta que supimos la verdad. El armador,
un conde de cierta sospechosa reputación
que con la crisis había ido a menos, debido a ciertas malas gestiones que se habían
agravado con la situación actual en la vecina Italia, se dedicaba al
contrabando de obras de arte. Cómplice de las actuaciones del famoso Erik “el
Belga” ( detenido en enero de 1982 en Barcelona) Este armador, por su condición
nobiliaria, abusaba de buenas relaciones para mejorar la canalización en la
comercialización de obras de arte. Facilitando su sustracción y transporte de
forma discreta y sutil. Algunas obras eran de su propiedad y el resto
componiendo el conjunto eran exportadas al extranjero ilegalmente. Los cuadros
siempre de un altísimo valor eran de tamaño reducido, expuestos sin más en los
pasillos, cabinas, camarotes y salón,
formando parte del entorno decorativo del yate.
El nulo control facilita este
mecanismo de contrabando. Habitualmente cuando se realizan este tipo de
operaciones suele ser por tráfico de drogas, con perros. Y estos no entienden
nada de obras de arte.
Según me explicaron, las obras de arte al no ser griegas o pertenecientes al estado griego no
está castigado como contrabando. Algunos
delincuentes cuando se sienten acorralados, tratan de devolver o negociar su venta, haciendo creer que ellos han sido los
estafados o victimas de engaño. Denominándose “adquirientes de buena fe”.
FIN
No hay comentarios:
Publicar un comentario