sábado, 31 de mayo de 2014

                                     CRETA, LA GRAN DESCONOCIDA

                                                                                             Por Joaquin Verdeguer

Cuando llegas a Creta dejando por popa la isla de Kithera, después de una navegación dura por los vientos del sur en una mar agresiva y cruzada (aquí es donde se encuentra el mar Jónico con el mar Egeo), su geografía te impacta tanto, que olvidas lo dura que ha sido la travesía.


Su cordillera de 2.500m de altura frente al mar con las cumbres nevadas te hace sentir que has llegado al fin del mundo o a uno de esos lugares de ciencia ficción. Cuando descubres Creta ya cerca de la costa, entiendes porque Idomeneo antiguo rey de Creta tras llegar de Troya en un arrebato de euforia hizo la promesa que hizo a Poseidón.

“  Idomeneo rey de Creta, compañero de Odiseo en la toma de Troya, tras la victoria, vuelve a Creta. Durante su viaje de regreso, viendo el perfil de su bien amada isla, lleno de gozo y en agradecimiento por la travesía, invoca a Poseidón prometiéndole en sacrificio a la primera persona que encuentre en la isla. El fatal destino hizo que su propio hijo, al ver desde palacio llegar las naves con los estandartes de victoria, fuese al encuentro de su padre acercándose a la playa. Idomeneo se vio obligado a inmolar a su propio hijo y cumplir su promesa. “

Nuestro primer puerto de recalada es Hania. Antaño, capital de la isla, perdura su estilo Veneciano y algunos edificios de la época otomana. Lo mejor de Hania es el bullicio ordenado, la ciudad vive intensamente alrededor del pintoresco puerto medieval ofreciendo un entramado de callejuelas repletas de plazas, restaurantes y tiendas con gusto y estilo mediterráneo. Su gastronomía tan peculiar difiere de la tradicional griega.


De no encontrar sitio en el pequeño puerto veneciano, se puede fondear en la isla que está en frente o buscar refugio en el puerto de Kolimvari, hay que tener especial cuidado en la bocana ya que se generan dunas de arena en el fondo. Desde Hania es muy recomendable visitar el interior, sus pueblos de montaña y su gastronomía la hacen excepcional, las viandas a fuego lento son exquisitas. Tomando la carretera que va al sur en dirección de las gargantas de Theresino, se puede hacer un alto para el almuerzo en Theriso y luego proseguir a Zurva, Mescla y Fournes para volver a Hania.




El segundo puerto de recalada es Rethimno, más moderno pero igual de limitado, se puede fondear delante de la bocana que está bastante protegido. Lo espectacular de la ciudad es la fabricación artesanal y centenaria del postre “Baclaba” , se puede visitar el taller familiar en el casco medieval. Sin salir de él, se puede visitar el castillo en buen estado y perderse en el entramado de callejuelas del bario tratando de elegir entre tantos fantásticos restaurantes con patios interiores que mantienen el frescor por su construcción en piedra.



El tercer puerto de recalada es Iraklion, la actual capital, su enorme puerto alberga los ferris y cruceros, el espacio para el visitante es muy limitado ya que el puerto veneciano está repleto de barcos locales, con un calado restringido. Pero no por ello hay que saltárselo, aunque la ciudad no tiene mucho que ofertar, su museo si merece la pena por su riqueza de piezas de gran valor arqueológico. Las calles peatonales hacen la delicia del paseante. Imprescindible el palacio de Knossos que se encuentra a tan solo 7km del centro, cuna de la civilización Minoica una de las primeras civilizaciones fechadas del 2600 al 1100 AC. Lugar mitológico del laberinto del Minotauro, Teseo y Ariadna.




El cuarto puerto de recalada es Malia, limitado el acceso en la bocana por formación de dunas, pero ofrece muy buen resguardo y una alternativa si no se encuentra sitio en Iraklion. Malia es un pequeño pueblo que vive del turismo vacacional, sus gentes son extraordinariamente amables y atentas, siempre dispuestos a ayudar ante cualquier adversidad. Desde el pueblo se pueden hacer excursiones al interior visitando los poblados de la meseta de Lassithi. Cogiendo la carretera del sur se llega a Mochos, siguiendo al sur a Kera para ir a Avrakodes y Konstadinos donde hay un museo folklórico, la zona es tremendamente bella, se puede volver por Neapoli y llegar de nuevo a Malia.


El quinto puerto de recalada es la marina de Agios Nicolaos, es la única marina de toda la isla, sus precios son decentes y el servicio es extraordinario sobre todo el travel lift, trabajan con esmero y dedicación a muy buen precio. La cuidad tiene un lago natural en pleno centro rodeado de buenos restaurantes. El invernaje es muy bueno ya que el tiempo es incluso mejor que en verano cuando sopla el Meltemi durante los meses de julio y agosto. Pero su protegida bahía y la islas de Spinalongas con su puerto natural hacen la delicia del navegante.


El sexto puerto de recalada es Sitia. Parada obligatoria para los que quieren cruzar a la isla de Rodas ya que en el estrecho el tiempo suele ser malo con mucha ola y viento. Si por causa del mal tiempo no se puede cruzar, se puede realizar una bella excursión a Exo Mouliana y ver las cataratas del rio Rixti. El pueblo ofrece buen amiente, buenas tavernas y tranquilidad. 





FIN