lunes, 29 de julio de 2013


                                                                              ITHACA

                                                                   Por Joaquin Verdeguer

 
                                        VISTA DE LA ISLA DE ITHACA DESDE LA LADERA NORESTE

 Que puedo decir yo de Ithaca, que no este escrito ya ¿?

Ithaca es para el navegante como el camino de Santiago para el peregrino o el caminante.

Mi primera sorpresa es encontrarme con una ciudad de pequeñas proporciones, en realidad un pueblo. Cuenta con una calle principal en forma de herradura alrededor de su bahía y apenas un par de calles más. Sin embargo al navegante no le faltara de nada, provisiones y tabernas deleitan el lugar tremendamente acogedor. El térmico se encañona en la bahía y los 25kn solo decaen a la puesta del sol.
 
                             VISTA  DE LA BAHIA DE VATHI, LA PRINCIPAL CIUDAD DE ITHACA    

Al día siguiente entramos en el museo de Vathi, se exponen parte de los restos arqueológicos encontrados en Aetos, mayoritariamente de cerámica y piezas en bronce. Objetos contemporáneos a la época de Odiseo ( Ulises ). Al salir decidimos comer en una de las tabernas, por suerte, el dueño habla español y nos comenta que ya no se ven muchos españoles por la isla. Probamos su delicioso Estifado ( solomillo de ternera en salsa cocinado durante 6 h). Y Musaka al horno con unos pimientos ( especie de lasaña hecha con berenjena ). El dueño nos invita a Tsipuro ( aguardiente tipo grapa ). En la conversación,  nos comenta que el pueblo de Vathi, no es el pueblo de Odiseo, para sorpresa nuestra. El pueblo de Odiseo se encuentra más al noroeste de la isla, en Stavros. Así que decidimos ir al día siguiente.
 



 

                          Ceramica contemporánea a la época de Odiseo, museo de Vathi- Ithaca

 
Stavros no es más que una plaza con una enorme iglesia y cuatro casas esparcidas, quedan unas ruinas que dan vestigios a lo que podría ser el palacio de Odiseo. A las afueras hay un pequeño museo con restos de cerámica ( muy interesante). Desde el pueblo baja una pendiente a la bella playa de Polis, con cultivos y aguas tremendamente cristalinas ( cueva de Loizos )

 
                                         PLAYA DE POLIS EN STAVROS, PUEBLO DE ODISEO
 


Solo de pensar que esas mismas arenas fueron pisadas por Odiseo, me llena de escalofríos. Al mediodía, con un calor asfixiante, decidimos tomar una ensalada griega típica con feta ( queso de cabra tierno )  y partimos hacia el interior a Exogi donde queremos ver una iglesia bizantina.
Los pueblos del interior están medio abandonados, muchas casas están vacías en décadas, probablemente desde la segunda guerra o la dictadura Griega que causo una gran inmigración a Alemania y Estados Unidos.

Seguimos hacia Platrithias y Anogi. Mirando en el mapa nuestro siguiente destino, se nos cruza un ganado de cabras y su cabrero que no está acostumbrado a ver turistas por los llares, se acerca pensando que estamos perdidos. Nos observa y nos pregunta de donde somos. Afortunadamente nuestras clases de Griego y un año de estancia en el país dan sus frutos. Nuestra conversación es breve y nos hace saber que él nunca salió de Ithaca. Ha oído de España pero no sabe donde esta pues cree que México está al lado, por unos culebrones que ve en la tele. Le comentamos que no necesita salir de la isla ya que la isla le ofrece todo lo que hay en el mundo, nos mira con una sonrisa y unos ojos brillantes de orgullo, porque en el fondo sabe que desciende de Odiseo.

Proseguimos nuestra excursión por algunas calas de infinita belleza y aguas cristalinas, si algo me impacta es la calidad de sus aguas.


 



                                                               PLAYA CERCA DE AETOS

Al anochecer cenamos en una taberna de la bahía, vino blanco ( aceptable ) y boquerones fritos. Partimos al día siguiente, tres días en la isla nos ha llenado las pilas y un profundo sentimiento de gloria.

Pangea acercándose a la isla de Ithaca de madrugada con total encalmada




 



                                                                       TRAS LOS PASOS DE ULISES                  
                                                                                                                        de Joaquin Verdeguer Garcia

Cuando llegué a Corfú, me encontré frente al puerto con este islote, todos lo llaman el barco de Ulises, me hizo gracia la comparación, pues desconocía la procedencia de tal nombre.
 
                                                             Kerkira capital de la isla
                                                     Acercamiento a la isla de Corfú
                                                                  El barco de Odiseo
 
 Ahora que conozco la historia os la cuento:
En el país de los Feacios, el rey Alcínoo tenía una sola hija llamada Nausica.
Nausica era buena, honesta y hermosa. Un día le pidió a su padre que la dejara bajar al rio con sus doncellas y lavar la ropa, como el día era hermoso decidieron jugar en el prado.
Una de las doncellas descubrió el cuerpo de Ulises, tendido durmiendo tras el naufragio de su nave. Este al despertarse y totalmente desnudo, pide disculpas por su estado. Nausica que se apiada de él, pide que lo cubran con bellos vestidos. Con un tono de humor comenta como el extranjero de repente parece otra persona con tan bellos atuendos. Ulises agradecido, se presenta entonces conforme a su grado y le relata lo sucedido. “ Soy Ulises, he combatido en Troya y al querer regresar a mi patria he atravesado muchas penurias. Mis hombres están muertos y mis naves destruidas, si te apiadas de mi, los dioses te recompensaran”.
 

Al escuchar sus palabras, Nausica se presento “ Yo soy la princesa Nausica y mi padre es el rey Alcínoo, rey de los Feacios”. Al concluir, ordeno que el extranjero que con ricos atuendos tenía el aspecto de un rey, fuese con ella en el carro. Al llegar ante las murallas le pide a Ulises que baje del carro y que se presente en palacio ante la reina Arete por su cuenta y tras la formalización le solicite cuanta ayuda necesite.
Quedo Ulises pensativo a las puertas de la ciudad, mirando el puerto que se vislumbraba desde lo alto y comprobó el gran movimiento de naves y la gran riqueza del lugar.
 
 
 
Vistas  de la cara este
 
 
 
Ulises llego a palacio y tras cruzar muchas dependencias, llego a la sala de la reina,  inclino la rodilla y se presento. El rey que estaba presente, al ver la humildad del extranjero, lo invito junto a ellos y lo agasajo con un banquete. Durante el banquete Ulises narro sus peripecias y los presentes escucharon con alabanzas. Al finalizar el ágape, la reina le pregunto de donde había sacado aquellas ricas ropas y Ulises no tuvo más remedio que explicar su encuentro con Nausica.
Los reyes de Feacia gustaron de la actitud de Ulises y le ofrecieron hospedaje, juegos de destreza y canciones para honrar tan ilustre visitante. Reconociendo que se encontraban ante un héroe, le rindieron toda clase de distinciones.
 
                                                         Clasica vivienda Veneciana
Clasica vivienda rural
 
 
Al día siguiente fletaron una gran nave, llenándola de regalos para el regreso de Ulises a Itaca.
Durante la travesía Ulises se quedo dormido, al llegar a Itaca los Feacios no quisieron despertarle y lo dejaron en la orilla, en sus sueños se le apareció la diosa Atenea que le conto la situación de su reinado en su ausencia.
Poseidón, furioso por la ayuda de los Feacios prestada a Ulises, pide a Zeus que les castigue. Al regresar  la nave a la isla de Esqueria (actualmente isla de Corfú) convierte la nave de los Feacios en una inmensa roca justo frente al puerto de Kerkyra.
                                                      Vista norte desde el Pantocrátor
 
Asi es como la mitologia explica la procedencia de tan extraño islote, frente al puerto de Kerkyra.
Grecia me ha seducido desde el primer encuentro. Es una joya para el navegante, pero tambien para el que no lo es.
Se puede disfrutar de una original gastronomia, de la historia y su mitologia, paseos a pie o a caballo en una naturaleza todavia virgen. Sus gentes tremendamente hospitalarias y amables te hacen sentir como en casa.
Yo tambien naci en el mediterraneo.
 
 
 

miércoles, 24 de julio de 2013


Pasamos los días visitando los alrededores por tierra y mar. Las minas de la isla están abandonadas, curiosos paisajes. Las playas son preciosas dunas interminables de una costa sorprendentemente virgen.


                                         AMANECER CRUZANDO DE MENORCA A CERDEÑA
 
                                                                                   CABO PECORA                    
                                                                             IGLESIAS - CERDEÑA
 
 

DUNAS DE PORTO PINO - CERDEÑA
 
Pronto alcanzamos la bella ciudad de Cagliari, con su casco antiguo, entre murallas medievales y restos arqueológicos.  El barrio del puerto con sus callejuelas rebosantes de terrazas y restaurantes, son una delicia para las noches de verano. La marina bastante destartalada, es sin embargo muy agradable por el buen ambiente de sus gentes y sus barbacoas. Pero hemos de seguir, así es la vida del navegante. Llegamos a las islas Egadi,  la primera isla es  Marettimo, que surge del mar como por encanto, agreste, luchando contra la mar, sus acantilados nos impresionan, ni un solo árbol se atreve a desafiar tanta rudeza. Fondeamos en su vecina isla Favignana, a las puertas de Sicilia.
                    
                                                                       ISLA MARETTIMO - SICILIA
 
 
De noche cerrada salimos rumbo a Palermo. Palermo nos recibe entre un caos impresionante. La suciedad y los palacios en ruina forman el paisaje urbano que se complementa con su esplendorosa catedral y opulenta opera. Más al norte, barrios de infinita elegancia parecen emerger confundiéndonos, con la sensación de estar en otra ciudad. Un coctel difícil de olvidar.

                                                                          CATEDRAL DE PALERMO
 
 
                                                                                                    MEDALLON
             
Partimos de Palermo con mal tiempo, oímos por la radio constantes avisos de varios barcos a la deriva. En el horizonte vemos la manga de un pequeño tornado, recogemos velas, pues hace algunos años ya tuve una experiencia con uno de ellos siendo succionado. Llegamos a Cefalu y fondeamos al abrigo del dique del puerto. Al día siguiente, el tiempo ha mejorado y nos permitimos ver la preciosa ciudad.
                                                                                  PLAZA DE CEFALU                                                                       
                                                                                 CALLES DE CEFALU
                                                                             FONDEADOS EN CEFALU
Con la llegada del buen tiempo, partimos de madrugada a las islas Eólicas. La primera de las islas es Alicudi,  un cono volcánico perfecto. Le sigue Filicudi, más verde y alargada. Suena el carrete y un precioso pez espada hace nuestras delicias, hablamos de cómo lo vamos a cocinar y lo cortamos en cuatro trozos. Cae la tarde y fondeamos en la siguiente isla, Isola Salina.  A lo lejos percibimos Stromboli, con su penacho de humo, isla volcán que permanece activa. La noche ha sido tranquila, mejor, pues nuestro fondeo no es bueno. Al amanecer hacemos rumbo a Lipari que es la más grande de las Eólicas. También llamadas las Bermudas del mediterráneo, ofrendadas al dios Eolo. Su mala fama  tiene bien merecida, aquí se forman tempestades y tornados en un abrir y cerrar de ojos. Pegada a Lipari está Vulcano, con su enorme cráter de aspecto lunático del que sale una fumarola y un apestoso olor sulfúreo a huevos podridos que persiste durante millas. Pese a que nos atrae la isla preferimos distanciarnos lo más rápido posible a tan desagradable fragancia. Además de descubrir que según la mitología Romana, el cráter era la antesala al infierno.

                                                                                      ISLA FILICUDI              
                                                                             ISLA STROMBOLI
                                                                         ATARDECER EN LAS EOLICAS
 
                                                                                     ISLA VULCANO
 
 
Es mediodía y estamos cerca del estrecho de Mesina otro de los huesos del mediterráneo. Leemos lo difícil de su cruce debido a las corrientes, los vientos contrarios y los remolinos que se forman, en la mitología estos remolinos se tragaba barcos enteros.  Tenemos suerte y lo cruzamos sin demasiados contratiempos. En el horizonte aparece la bella ciudad de Taormina, llegamos de noche cerrada y una barca de pesca se nos cruza indicándonos que existen unos bajos muy peligrosos y nos desaconsejan el fondeo. Agradecidos ponemos rumbo a Siracusa llegando de madrugada. Contentos y exhaustos fondeamos en la bahía de Siracusa, esplendido lugar. Al día siguiente  paseamos por sus calles cámara en mano como japoneses poseídos por la belleza de la ciudad medieval y sus plazas.

                                                                            CATEDRAL DE SIRACUSA
                                                                                        GARGOLA
 
Los días pasan tranquilos, alquilamos un coche para explorar los alrededores y descubrimos la ciudad de Noto, (barroco siciliano). Noto es de capa y espada, viajas en el tiempo. Aunque nos gustaría conocer más sobre Sicilia decidimos  poner rumbo a Calabria. Cruzando punta Stilo, ocho de la mañana pasamos de cuatro nudos de viento a trenta y cinco de sopetón, nos llevamos un buen susto, es un catabático famoso en la zona que nos ha cogido desprevenidos. Sin embargo entrando en el golfo de Squillace con todo el trapo arriba, pensando que el susto había pasado, Eolo nos regala cuarenta nuditos. Abortamos nuestro intento de llegar a Crotone la ola y el viento nos coge de través y la navegación se hace incomoda, decidimos acercarnos a la costa donde la ola todavía no está formada, buscando el refugio del puerto de Catanzaro. Desgraciadamente solo pueden entrar barcos de menos de doce metros. Así que fondeamos en la bocana con cuarenta metros de cadena. Al anochecer la mar se va calmando.  Pasamos el día en la ciudad, necesitamos cambiar la antena del AIS. Partimos al día siguiente.
 
 
                                                                  CALLES DE NOTO

                                              DETALLE DEL BARROCO SICILIANO


 Entrada la noche nos deslumbra un fogonazo, sin darnos cuenta una lancha de la guardia costera italiana nos aborda, después de un intenso interrogatorio por radio, nos desean una buena travesía.

COSTA DE CATANZARO
 
LOS DELFINES NOS ACOMPAÑAN
 
La travesía se hace agradable, picoteo, siestecita, lectura. Parte de la travesía nos siguen una docena de delfines. Cae el sol y suena el carrete, convencido de que es solo un plástico, recojo el sedal, con la sorpresa de ver otro pez espada, es una rápala cara, pero está dando sus frutos. Al anochecer, vislumbramos la costa y un tráfico de buques importante, gritamos de alegría, estamos en Grecia, felices, cambiamos el pabellón de cortesía.
                                                                   ISLA DE CORFU
La noche se cierra y nos acompaña una luna  llena, aparecen las luces de la costa de la Isla de Corfú, indicándonos su cercanía. Doblando el cabo de Asprokavos subimos la costa, pero la falta de sueño de dos noches sin dormir, nos hace desistir y fondeamos en Benitses ayudados por el plotter y google hearth distinguimos donde hay arena y donde hay posidonia. Otro barco está fondeado a un centenar de metros, el lugar parece seguro. Al alba me despierto y al salir a la bañera me quedando anonadado por la belleza que me rodea, una ladera boscosa en la que despuntan enormes cipreses, tratando de camuflar elegantes casas de colores terracota, que aparecen entre una suave neblina. A medida que el sol gana altura se va despejando el horizonte perfilando los contornos multicolores de una naturaleza exuberante. Estoy impresionado pues no me esperaba tanta frondosidad.  En el plotter aparece la  marina “ Gouvia “.  Caemos totalmente rendidos ante tanta belleza  y decidimos invernar en la isla, con la llegada del buen tiempo quien sabe ¿?. El Adriático ¿?. Chipre ¿?. El mar rojo ¿?.