TRAS LOS PASOS DE ULISES
de Joaquin Verdeguer
Garcia
Cuando llegué a Corfú, me encontré frente al puerto con este
islote, todos lo llaman el barco de Ulises, me hizo gracia la comparación, pues
desconocía la procedencia de tal nombre.
Acercamiento a la isla de Corfú
El barco de Odiseo
En el país de los Feacios, el rey Alcínoo tenía una sola
hija llamada Nausica.
Nausica era buena, honesta y hermosa. Un día le pidió a su
padre que la dejara bajar al rio con sus doncellas y lavar la ropa, como el día
era hermoso decidieron jugar en el prado.
Una de las doncellas descubrió el cuerpo de Ulises, tendido
durmiendo tras el naufragio de su nave. Este al despertarse y totalmente
desnudo, pide disculpas por su estado. Nausica que se apiada de él, pide que lo
cubran con bellos vestidos. Con un tono de humor comenta como el extranjero de
repente parece otra persona con tan bellos atuendos. Ulises agradecido, se
presenta entonces conforme a su grado y le relata lo sucedido. “ Soy Ulises, he
combatido en Troya y al querer regresar a mi patria he atravesado muchas
penurias. Mis hombres están muertos y mis naves destruidas, si te apiadas de
mi, los dioses te recompensaran”.
Al escuchar sus palabras, Nausica se presento “ Yo soy la
princesa Nausica y mi padre es el rey Alcínoo, rey de los Feacios”. Al concluir,
ordeno que el extranjero que con ricos atuendos tenía el aspecto de un rey,
fuese con ella en el carro. Al llegar ante las murallas le pide a Ulises que
baje del carro y que se presente en palacio ante la reina Arete por su cuenta y
tras la formalización le solicite cuanta ayuda necesite.
Quedo Ulises pensativo a las puertas de la ciudad, mirando
el puerto que se vislumbraba desde lo alto y comprobó el gran movimiento de
naves y la gran riqueza del lugar.
Vistas de la cara este
Ulises llego a palacio y tras cruzar muchas dependencias,
llego a la sala de la reina, inclino la
rodilla y se presento. El rey que estaba presente, al ver la humildad del
extranjero, lo invito junto a ellos y lo agasajo con un banquete. Durante el
banquete Ulises narro sus peripecias y los presentes escucharon con alabanzas.
Al finalizar el ágape, la reina le pregunto de donde había sacado aquellas
ricas ropas y Ulises no tuvo más remedio que explicar su encuentro con Nausica.
Los reyes de Feacia gustaron de la actitud de Ulises y le
ofrecieron hospedaje, juegos de destreza y canciones para honrar tan ilustre
visitante. Reconociendo que se encontraban ante un héroe, le rindieron toda
clase de distinciones.
Clasica vivienda rural
Al día siguiente fletaron una gran nave, llenándola de
regalos para el regreso de Ulises a Itaca.
Durante la travesía Ulises se quedo dormido, al llegar a
Itaca los Feacios no quisieron despertarle y lo dejaron en la orilla, en sus
sueños se le apareció la diosa Atenea que le conto la situación de su reinado
en su ausencia.
Poseidón, furioso por la ayuda de los Feacios prestada a
Ulises, pide a Zeus que les castigue. Al regresar la nave a la isla de Esqueria (actualmente
isla de Corfú) convierte la nave de los Feacios en una inmensa roca justo
frente al puerto de Kerkyra.
Vista norte desde el Pantocrátor
Asi
es como la mitologia explica la procedencia de tan extraño islote, frente al
puerto de Kerkyra.
Grecia
me ha seducido desde el primer encuentro. Es una joya para el navegante, pero
tambien para el que no lo es.
Se
puede disfrutar de una original gastronomia, de la historia y su mitologia,
paseos a pie o a caballo en una naturaleza todavia virgen. Sus gentes
tremendamente hospitalarias y amables te hacen sentir como en casa.
Yo
tambien naci en el mediterraneo.
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