lunes, 6 de abril de 2015

LINDOS


LINDOS

                                                                                                     Por Joaquin Verdeguer



Lindos es un pequeño pueblo camuflado entre la aridez de la roca y una bahía natural. Sin embargo nos brinda un oasis de extrema belleza  mediterránea difícil de entender en una isla como Rodas castigada por el fuerte Meltemi. Nombre del viento que proviene de entre la costa Búlgara y el mar negro cuando confluyen una alta presión de los Balcanes con una baja en Turquía, se da este fenómeno  generalmente entre junio y agosto, es un viento seco que recorre el mar Egeo de norte a sur, aparece con virulencia sin previo aviso en días totalmente despejados, suele ganar intensidad por la tarde y cae por la noche, pero en ocasiones no deja de soplar en cuatro días, su fuerza  es de entre 30 a 40 Kn. El fuerte viento seco y cargado de sal imposibilita el crecimiento de arboles en las islas dejándolas calvas, salvo en algunos privilegiados valles donde los helenos tienen sus minúsculas huertas. Los pueblos deben protegerse de las inclemencias y del calor creciendo de forma anárquica con angostas callejuelas y bellos muros encalados generando la típica imagen de pueblo mediterráneo.
                                   Pangea fondeado en la bahía de Lindos – Isla de Rodas
 Lindos,  sus vistas y callejuelas

 


De madrugada con el frescor rezuman los olores de la higuera, el limonero y el dulzor del balandro. Las mujeres riegan los portales tratando de retener ese frescor. Los jazmines, las buganvillas y las parras intentan sombrear las diminutas plazas y rincones donde los ancianos sentados en los poyos pasan las tardes conversando apoyados en sus garrotes, mientras las mujeres hacen bellos brocados o ganchillos. Una imagen que me entristece pues tiene los días contados, las nuevas generaciones no continuaran con tales tradiciones centenarias.
 
 

Lindos  parte de la orilla ascendiendo la colina mezclando escalinatas de piedra y pendientes a veces bien pronunciadas de canto rodado. Solo dos cosas rompen la armonía de formas poligonales redondeadas y perfectamente encaladas. Los portales de piedra de sillería tallados y sus sofisticadas puertas de madera pintadas en verde botella. Detalle donde las familias tratan de demostrar su estatus social.


 
FIN

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