EL PEZ
Un día,
un pez de una pecera se pavoneaba ante los otros peces, se sentía orgulloso era
el más guapo y el más grande. No hacía más que ir de un lado al otro de la
pecera haciendo posturitas y marcando pecho, el resto de peces lo observaban en
silencio siendo conscientes de su condición.
- - ¡Miradme!
que guapo soy - les decía – ya sé que me tenéis envidia, porque soy el más grande y el más fuerte.
Por la
tarde al cambiar la luz de la sala, el pez se dio cuenta de que había otra
pecera justo en frente con un bogavante y varios pulpos. El bogavante relucía
con su caparazón de color cobre rojizo, el pez se sintió celoso he increpo al
bogavante. El bogavante que era de la misma estirpe y que a su vez se sentía el
más guapo de su pecera, no dejaba de meterse con los pulpos.
- - ¿Cómo podéis
ser tan feos con esos largos dedos y esa piel tan rasposa? ¡Miradme a mí! Mirad
que delicia de pinzas, mirad mi caparazón dorado. - Los pulpos se camuflaban e
intentaban pasar desapercibidos.
- - ¡He
pez, que miras! ya quisieras tu tener una finas patas como las mías.
- - No
digas tonterías bogavante, mira mi lomo plateado. Además yo soy el más guapo y
el más grande de mi pecera.
- - Bueno
no me importa – le contesto el bogavante – ¡yo soy el más hermoso de todas las
peceras!
En ese
momento una mano cogió al pez y otra al bogavante. A los pocos minutos estaban
con la boca abierta, en un bello plato rodeados de fresca lechuga y una salsa
muy aromática.
FIN