Me acompaña
solo un pequeño mecer, al alba, y el crujido lastimoso de la madera. ANUBIS se desliza suavemente en una mar
tendida. Oqueo el horizonte esperando
ver tu sombra o algo de ti, se que has estado aquí, esta noche, casi te he
tocado, tu risa loca, mirada picara, pelo corto, piernas largas….
Mantienen en mí los últimos
minutos de tu vida.
Intenso frio en la latitud del
año que me vio nacer. Un descenso rápido por la pendiente, tu sabor fresco del
beso del desafío. Haces trampa envuelta en una carcajada y te lanzas pies
juntos por la ladera.
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