miércoles, 9 de agosto de 2017

AVES


   AVES


                                                                                                                                Por Joaquin Verdeguer.

                                                                 Polizón a bordo, navegando cerca de Malta

Es curioso el enorme vínculo que tienen las aves en la vida del navegante, probablemente porque nave y ave son dos símbolos de libertad, probablemente porque ambas vuelan desplegando sus alas, flotando suspendidas al ritmo del viento, en un baile con la naturaleza, pura poesía eólica.

Soy afín a las aves, mis eternas compañeras y aliadas, ellas me han acompañado y arropado en temporales en el golfo de León, en el norte de Creta, en los fiordos Noruegos.

Ellas te pueden sorprender en los momentos más insospechados, y no tienen por qué ser aves marinas incluso las terrestres pueden aparecer incluso a más de 50 millas ( 90Km ) del litoral.

Recuerdo aquella paloma que apareció al ocaso volviendo de Ibiza en mitad de la  travesía,  resguardándose en los brazos de Sergio que se encontraba tumbado en la bañera. No se movió en toda la noche por miedo a ahuyentarla y completamente alucinado. Al alba alzo el vuelo sin más. Que hace que una paloma alce el vuelo apenas te acercas a ella en medio de la plaza del pueblo y sin embargo se te echa a los brazos en medio del mar ?. O aquel pajarillo que apareció en medio del  temporal que nos sorprendió al norte de Creta con 64 Knt ( 115 Km/h ) de viento.  Se posó sobre la mesa de la bañera al refugio del bimini, la cortina blanca de lluvia caía con tanta virulencia que lo habría proyectado al mar sin miramientos, siendo pasto de algún depredador sin escamas. Aquel pajarillo prefería la compañía incierta del hombre, temblando como estaba. Nosotros le dimos cobijo  e involuntariamente él nos lo dio a nosotros, que estábamos tan asustados como él.

Pierden las aves el miedo al hombre en alta mar ?. Yo creo que existe una perfecta simbiosis psicológica. Yo te guio y tú me acompañas. De modo que ambos podemos volar en libertad.

                                                                        FIN