viernes, 18 de abril de 2014

                                                                ISLA DE ZAKINTHOS


                                                                                por Joaquin Verdeguer

Probablemente Zákinthos es la isla más bella de todo el mar jónico. Los venecianos la llamaban “La flor de levante” no solo por su belleza, también por su fertilidad.
La isla fue conquistada por Atenienses, por Filipo de Macedonia, Romanos, Vándalos, Normandos, Turcos, Venecianos, Franceses, Rusos y Británicos. Aunque la arquitectura que perdura es la Veneciana, que desgraciadamente fue destruida parcialmente en el terremoto de 1953.
 
 
 






 

 
 
 
 
 
 

Los contrastes entre el interior y la costa son muy notables, aunque en el conjunto la isla se mantiene muy virgen y poco construida. Todavía se aprecian bosques muy compactos, infranqueables en las cumbres del centro, seguido de laderas cubiertas por olivos, frutales, y viñedos de los que la isla es famosa en la variedad Corintia, y la pasa Zante (muy dulce). Moteado de pequeñas poblaciones generalmente agrícolas y ganaderas. Al llegar a la costa, enormes acantilados desafían al mar quebrándose por diminutas playas de fina arena. Es entonces cuando se perciben las villas de lujo escondidas entre limoneros, higueras y manzanos.
 
 
 











 



En la costa sur, la bahía de Lagana ha sido declarada reserva natural. La tortuga del mediterráneo “Caretta Caretta” en vías de extinción, desova en esta playa a principio del verano, buscando una temperatura estable de la arena ya que esta temperatura influirá en el género de las crías, si la arena alcanza los 28º serán macho, 30º 50% macho y 50% hembra, 32º serán hembras. El periodo de incubación es de 80 a 90 días, saliendo las crías a finales de verano, principio de otoño.
 

Pero la playa más famosa de la isla es la llamada “del naufragio”, portada de numerosas guías de turismo.



 
 

Zákinthos le debe su nombre a Zakinto hijo del rey Dárdano de Troya. Este, hijo de Zeus y Electra, quien fue fundador de la ciudad de Dardania al pie del monte Ida, más bien conocida por todos como Troya ( nombre posterior ). Actualmente el estrecho de los Dardanelos recibe su nombre en honor a Dárdano.

Hoy la isla ha perdido ese romanticismo mitológico, centrándose más bien al turismo estival. Tabernas, cafés, hoteles y tiendas de suvenires ocupan el centro de la ciudad, sin perder su encanto personal.